Energía de Barrio: fotografía participativa para transformar los barrios de Granada
Energía de Barrio es un proyecto impulsado por Pa-ta-ta Festival que utiliza la fotografía participativa para visibilizar las realidades, sueños, identidades y luchas cotidianas de los barrios de Granada. A través de procesos colaborativos, se abre un espacio para que el vecindario se exprese —sin censuras—, cree y reflexione colectivamente sobre su entorno, usando la fotografía como herramienta de representación, encuentro y transformación.
¿Cómo funciona?
En cada edición de Pa-ta-ta Festival se trabajará con cuatro de los ocho distritos de Granada. En 2025 serán Beiro, Chana, Centro y Norte. Cada distrito apadrinará uno de los proyectos fotográficos seleccionados para el Premio “Fotografía con Impacto Social”, y a partir de esa conexión, el vecindario creará una propuesta fotográfica colectiva inspirada en la obra apadrinada, estableciendo un diálogo entre el trabajo del autor/a y las vivencias, sueños o realidades del barrio. Entra aquí para saber cómo participar.


Un primer encuentro con las vecinas del Realejo
La plaza del Príncipe, en pleno barrio del Realejo, fue el escenario de nuestro primer encuentro dentro de Energía de Barrio. Allí se acercó Julia, vecina de la zona, para compartir sus impresiones sobre algunos de los retos más urgentes que enfrenta el barrio.
Uno de ellos es el impacto del turismo y, en particular, el crecimiento descontrolado de las viviendas turísticas como los pisos de Airbnb. “Granada no es una ciudad muy grande, y la zona turística es todavía más pequeña, así que el efecto se nota mucho”, nos contaba Julia. Mencionaba lugares como el Paseo de los Tristes, que se llenan hasta el punto de volverse impracticables, con grupos de free tours, taxis, motos, trenes turísticos y autobuses atravesando las calles.

El tráfico y la contaminación son también una preocupación constante. En zonas con restricciones, como el Barranco del Abogado, continúan circulando vehículos grandes, incluidos autobuses turísticos que se aparcan en doble fila y bloquean el paso. “Es una barbaridad”, resumía Julia, “y todo esto repercute en la calidad de vida de quienes vivimos aquí”
Aunque los problemas de movilidad y contaminación llevan años presentes —de hecho, Julia es miembro de la plataforma Realejo Habitable, que nació para reivindicar una mejora en este sentido—, la crisis de vivienda derivada del turismo masivo es más reciente. El aumento de pisos turísticos está expulsando a vecinas y vecinos, deteriorando el comercio local y transformando la identidad del barrio, según nos explicaba esta vecina.
Cuando le preguntamos cómo cree que la fotografía puede ayudar, Julia lo tiene claro: “Hasta que no me mudé aquí no fui consciente de lo grave que era el problema. La fotografía puede mostrarte lo que pasa en el barrio, aunque no vivas en él, y transmitir ese mensaje a más gente”. Para ella, las imágenes tienen el poder de hacer visibles estas realidades, generar empatía y abrir conversaciones sobre el futuro de los barrios.